lunes, 13 de febrero de 2012

LA EPIDEMIA INVISIBLE

Cada dos horas muere una persona por accidente de tráfico en España: hubo 4.435 muertos durante el año 2002. Los accidentes son también la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de 18 a 25 años. Y aunque en la última década se ha producido una disminución del número de muertos, la media española aún supera ampliamente la europea. A pesar de estos datos, entre las preocupaciones genéricas de los españoles, los accidentes de tráfico no aparecen ni siquiera mencionados. Son invisibles. Lo contrario de otros problemas de salud pública, como el consumo de drogas, que aparece en lugar muy destacado. Es probable que frente al consumo de drogas se desencadene en los individuos un proceso de culpabilización que en la evaluación del accidente de tráfico está ausente. Demasiados ciudadanos tienden a asociar aún el accidente de tráfico con el azar o la fatalidad. Urge un cambio de conciencia.

No parece que la adicción a la velocidad y a la imprudencia sean menos tratables que la adicción a la nicotina. Sólo es preciso un empeño social y político que afronte la epidemia con rigor y contundencia. Es evidente que en la versión española de una epidemia que tiene alcance mundial -700.000 muertos y más de 15 millones de heridos se producen cada año por accidentes, según la Organización Mundial de la Salud- influyen determinadas carencias estructurales como el estado de las carreteras, la relativa antigüedad del parque móvil, o la insuficiente preparación de los conductores. Las medidas sancionadoras previstas en los códigos no están a la altura de la tragedia que se presenta cíclicamente en las carreteras y quizás en este terreno sí convenga un endurecimiento que ha dado resultados esperanzadores en otros países europeos.

Sin embargo, la prevención de los accidentes de tráfico es también un reto cultural. Resulta traumático ver tanta juventud desangrada en las carreteras sin que tal desolación merezca reflexiones que vayan más allá de la habitual cantinela sobre los peajes de la vida moderna. Y resulta también una seria ocasión de meditación el tratamiento que los medios de comunicación dan generalmente al asunto. Porque quizá haya llegado el momento de plantearse si una epidemia de tal magnitud puede seguir reducida en el imaginario colectivo a la rutina del parte frío, sucinto y convencional de las cifras de víctimas en fines de semana terribles como éste, cuando se acaba de producir un caudal de muerte masiva y evitable.
                                                                                        El País, 9 de diciembre de 2003

COHESIÓN LÉXICA
La cohesión es la manifestación más importante de la coherencia y es una propiedad del texto que facilita su comprensión. Esta se da en el interior del texto y funciona como un conjunto de enlaces entre palabras y oraciones para establecer las relaciones semánticas que precisa un texto para constituirse como una unidad de significación. 
Los procedimientos léxico-semánticos garantizan la precisión y la claridad necesarias para la comprensión de un texto. Estos mecanismos están constituidos por repeticiones léxicas de una misma palabra y la recurrencia , más o menos aproximada, de determinados significados mediante relaciones semánticas como la sinonimia, la antonimia, la hiperonimia e hiponimia, la isotopía léxica, además de figuras retóricas como la metáfora y la metonimia relacionadas con estos aspectos. Con todo esto se pretende que el texto resulte inteligible y que su lectura no resulte tediosa.
Este editorial publicado por el periódico generalista El País se articula en torno a una expresión clave: "accidentes de tráfico"que se va a repetir con mucha frecuencia, pero sobre todo en el primer párrafo.
Las recurrencias léxicas son muchas, siendo la palabra "accidente"  la más repetida, destaca también la palabra "adicción", referida a la conducción temeraria y al consumo del tabaco. También abundan las expresiones derivadas pertenecientes a una misma familia léxica: significativamente son las más usadas las que giran en torno a "muerte" y sus derivados ("muertos", "muere", "mortalidad") y a "jóvenes" ("juventud").
En cuanto a los mecanismos de sustitución aparecen la metonimia "adicción a la nicotina" y la metáfora "peajes de la vida moderna" en referencia al precio que las personas pagamos con nuestra vida por disfrutar de  automóviles que circulan a mucha velocidad. También se recurre a la sinonimia ("personas", "individuo") y a la hiperonimia ("víctimas" como hiperónimo de "muertos" y "heridos").
Por lo que se refiere a la isotopía léxica, hay varios campos de carácter asociativo que conforman entre sí agrupaciones de referencias léxicas muy significativas en cuanto a la coherencia interna se refiere:
  • Los términos relacionados con el "tráfico" y las causas de los "accidentes": "carreteras", "parque móvil", "conductores", "adicción a la velocidad y a la imprudencia".
  • Las consecuencias propias de los accidentes: "muere", "muertos", "mortalidad", "muerte", "peajes de la vida", "heridos", "epidemia".
  • Elementos sociales involucrados: "jóvenes", "juventud", "vida moderna", "individuos", "ciudadanos", "españoles".
  • Cuestiones relacionadas con el control de los accidentes: "medidas sancionadoras", "códigos", "prevención".

En conclusión, hemos podido apreciar que las relaciones semánticas que establecen las palabras en función de su referente son múltiples y están cohesionadas de manera adecuada, como es propio de un texto bien construido que pertenece a un ámbito lingüístico elaborado.

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