martes, 22 de noviembre de 2011

¿FORMAL O COLOQUIAL?

MODALIZACIÓN

Manda huevos y huevas
Hace unas semanas, un empresario de la hispalense ciudad de Sevilla colocó un anuncio en la sección de ofertas de trabajo de un portal de internet. Explicaba que busca personas para ocupar “plazas de programador”; se supone que de informática.

¡Nunca lo hubiese hecho! Porque, en estos pocos días que llevamos de febrero, por culpa de ese anuncio, la Seguridad Social y la Inspección Provincial del Ministerio de Trabajo lo han sometido a una inspección, previo aviso de que, si se negaba, le caería una multa de hasta 6.250 euros. Según el Ministerio de Trabajo, el empresario es sospechoso de discriminar por motivo de sexo (esos que los iletrados llaman “género”). El motivo es que, en el anuncio, puso que las plazas eran de “programador” y no de “programador/a”.

Ríanse tanto como quieran, pero, según el ministerio, la falta de esa barra y de esa a puede contravenir la ley de Igualdad. Hace unos días, el diario Abc de Sevilla se puso en contacto con el empresario en cuestión. El señor prefiere no dar su nombre ni el de su empresa –cosa lógica “ante el temor de que la denuncia pueda pasarle factura en el trato con las administraciones”–, pero explica que, cuando recibió la notificación, se quedó de pasta de boniato. Bueno, él no lo dice exactamente con esas palabras, pero es lo que se deduce. Porque, demostrando una absoluta ignorancia de las normas de la lengua castellana, el ministerio cree que “el anuncio podía contravenir la ley de Igualdad, al entender la inspección de trabajo que el uso del masculino genérico podría interpretarse como excluyente del femenino, aunque ni la intención del empresario ni lo que dice la Real Academia de la Lengua sobre el uso de ese genérico puedan indicar que eso sea así”.

Es decir, que la estupidez de escribir “hijo/a” y “profesor/a” –y el “los vascos y las vascas” de Ibarretxe, y el “barce!, lonins!, i barce!, lonines!” de Hereu...– se han convertido ya en obligatorios. ¿Por decreto? Vaya usted a saber, pero el caso es, como se ve, que el peso de la ley cae ya sobre quien se niega a esas aberraciones lingüísticas. Escribió Salvador Oliva: “... O si una dona (i d'això pren-ne nota) / pilotés helicòpters i avions, / ni que et doni el ser dona mil raons / ¿seràs capaç de dir-li mai pilota?/ Igualment trobaria que és molt trist / decidir que és ‘planet’ aquest planeta, / dir ‘trompet’ a un que toca la trompeta / i a un arrencaqueixals dir-li ‘dentist’”.

José Manuel Blecua, director de la Real Academia Española, debería inmediatamente someter al Ministerio de Trabajo a una inspección gramatical por contravenir las normas del castellano y –acto seguido, para que las vuelva a estudiar si las ha olvidado– coger de la oreja al ministro Valeriano Gómez y llevarlo de nuevo a una escuela; si es que aún hay alguna que no haya caído todavía en manos de los papanatas.
                                                                   Quim Monzó. La Vanguardia, 10/02/2011



La modalización es un concepto que se relaciona directamente con la subjetividad en el lenguaje y con la expresividad. En los textos expositivo-argumentativos está presente indicando la actitud del emisor (modus) con respecto a su receptor y a sus propios enunciados.
Las marcas lingüísticas que indican la presencia del emisor y por tanto la subjetividad en este texto son:

Deícticos personales
Pronombres personales: en forma elíptica ustedes y nosotros (“Ríanse”, “llevamos”). 
Deíxis social: Distancia y formalidad (“usted”). 
Demostrativos: “estos”, “ese”, “esa”. 
Flexiones verbales de persona: 
1ª persona del plural: “llevamos”. 
2ª persona del plural.: “ríanse”, “quieran”. 
Verbos modales
Intelectivos: “supone”, “deduce”, “cree”. 
Perífrasis verbales: “puede contravenir”, “pueda pasar”, “puedan indicar”, “debería someter”.            Volitivos: “prefiere”. 
Léxico valorativo en grado positivo: “Sospechoso”, “lógica”, “genérico”, “gramatical”. 
Expresión de la cantidad: 
Adjetivación: “pocos días”, “absoluta ignorancia”. 
Estructuras comparativas: “Ríanse tanto como quieran”. 
Grado de certeza: el emisor no pone en duda sus enunciados. 
Modalidad oracional predominante: enunciativa (informa de unos hechos). 
Modalidades oracionales secundarias: exclamativa (expresa las emociones del emisor " ¡Nunca lo hubiese hecho!"), imperativa ( expresión de mandato "...debería inmediatamente someter al Ministerio de Trabajo..."), dubita tiva (expresa duda o posibilidad "...si es que aún hay alguna..."). 
Figuras literarias valorativas
 Personificación: “El diario ABC de Sevilla se puso en contacto”, “La denuncia puede pasarle factura”.
 Metáfora: “Se quedó de pasta de boniato”, “Si es que aún hay alguna que no haya caído todavía en manos de los papanatas”. 



lunes, 7 de noviembre de 2011

OLVIDADAS


El miércoles pasado, los talibanes pusieron una bomba en una escuela de niñas en el noroeste de Pakistán (y de paso se cargaron a tres soldados estadounidenses). Ya se sabe que los talibanes prohíben educar a las mujeres; este verano hubo 102 ataques a escuelas en Afganistán y 196 niñas fueron envenenadas. La bomba del miércoles mató instantáneamente a tres alumnas e hirió a un centenar. Es probable que después fallecieran unas cuantas más, pero eso ya no lo recogieron los periódicos.

Hoy día importan muy poco estas víctimas. Tuvieron su momento cuando la guerra contra Afganistán, porque daban argumentos éticos a la incursión militar. Así supimos de ese infierno; de la prohibición a salir solas de casa y a estudiar, del burka y la absoluta carencia de derechos. Occidente se horrorizó, pero luego, con esa volatilidad que caracteriza a la memoria humana, nos las hemos apañado para olvidarlo.

Y somos tan buenos en esto de la amnesia que ahora la comunidad internacional ha sacado un plan para reintegrar a los talibanes en Afganistán. Basta con que renuncien a Al Qaeda, y entonces les pagaremos 350 millones de euros para que sigan torturando a sus mujeres tan campantes. Es el cinismo de la alta política; y es el incomprensible desamparo de las mujeres en el planeta. Porque, además de los talibanes, hay otros horrores en otros lugares: lapidaciones, ablaciones, adolescentes enterradas vivas por sus padres. Como decía Gabriela Cañas en un magnífico artículo, el mundo es capaz de luchar contra la discriminación racial y, por ejemplo, en su momento se prohibió la participación en los Juegos Olímpicos de los atletas surafricanos del apartheid. Pero 26 países siguen en los JJ OO a pesar de vetar a las mujeres en sus delegaciones, porque la discriminación sexual todavía es una causa menor. Mujeres de la Tierra, olvidadas víctimas.                                   
                                                                                                               Rosa Montero
                                                                                                      El País, 09/02/2010

TEMA
La discriminación de la mujer, un problema mundial de segundo orden.


RESUMEN

Las mujeres son las víctimas principales en los  países donde se sufren conflictos bélicos o viven amordazados por ideologías religiosas. Se les arrebatan los  derechos fundamentales para su desarrollo como personas y ciudadanas en igualdad de condiciones que los hombres, además de someterlas a múltiples torturas que justifican inhumanas tradiciones ancestrales. Todo ello con la connivencia hipócrita de la comunidad internacional, porque la marginación de las mujeres en el mundo sigue siendo un problema de segundo orden.


ESTRUCTURA

El artículo se abre con una introducción en el primer párrafo, que se corresponde por un lado con una desgraciada noticia referente a una bomba puesta por los talibanes en una escuela de niñas al NO de Pakistán, en donde murieron de modo inmediato tres alumnas y tres soldados norteamericanos, y hubo un centenar de heridos; y por otro lado, se corresponde con un segundo dato noticiable en el que se informa de otros 102 ataques a escuelas y de 196 niñas envenenadas recientemente en Afganistán por el simple hecho de que los talibanes están en contra de la educación de las mujeres.Además, destaca el uso de una generalización indiscutible "Ya se sabe que los talibanes...", que utilizará como un avance argumentativo a las ideas que desarrollará en el cuerpo argumental. 


A partir de aquí la escritora y periodista plantea de modo deductivo la tesis al comienzo del segundo párrafo (“Hoy en día importan muy poco estas víctimas”), denunciando que en la actualidad la muerte y el sufrimiento de muchas mujeres en distintas partes del mundo, especialmente en Afganistán importa poco. Para demostrar esta tesis en el segundo y tercer párrafo desarrolla el cuerpo argumentativo utilizando los siguientes recursos: 1) al mundo le preocupó la ausencia absoluta de derechos y la discriminación más terrible de la mujer en Afganistán cuando había que justificar la guerra en el citado país (argumento de ejemplificación); 2) la sociedad se horrorizó en aquel momento, pero pasado el conflicto bélico, nos olvidamos (argumento que apela al sentimiento y remueve con la ironía nuestra conciencia) ; 3) continúa con la ironía, pero mucho más hiriente y mordaz, señalando que los estados que antes se pusieron las manos en la cabeza por la barbarie de los talibanes, ahora quieren pasar página y reintegrarlos en el poder si aceptan renunciar a Al Qaeda (argumento de ejemplificación y que apela al sentimiento); 4)  está demostrado que la mujer sufre todo tipo de vejaciones como lapidaciones, ablaciones, violaciones…en diferentes partes del mundo no sólo en Afganistán (argumento de hecho); y 5) como dice Gabriela Cañas (argumento de autoridad) el mundo es capaz de luchar contra la discriminación racial como sucedió en los Juegos Olímpicos en Sudáfrica (argumento de ejemplificación), pero 26 de los países que participan en los Juegos Olímpicos manifiestan claras posturas discriminatorias contra la mujer (argumento de ejemplificación y uso de la comparación para ilustrar mejor lo expuesto) Así pues, expuesto el cuerpo argumentativo, Rosa Montero retoma la tesis al final del texto para recalcar que muchas mujeres siguen padeciendo en la actualidad el desamparo y la discriminación más brutal: “Mujeres de la tierra, olvidadas víctimas”
                                                                                                                

Se trata de un texto expositivo-argumentativo, porque la exposición de ideas, en este caso datos y ejemplificaciones como argumentos de hecho que cumplen una función informativa ("...este verano hubo 102 ataques..."),  se van combinando, sobre todo, en el segundo y tercer párrafos con argumentos que reflejan la opinión de la periodista ("Y somos tan buenos en esto de la amnesia...", "Es el cinismo de la alta política....").


La intención comunicativa es la de denunciar el desamparo que sufren las mujeres en el mundo, con el propósito de despertar las conciencias de los lectores y propiciar la reflexión. En consecuencia, la función lingüística dominante es la conativa puesto que trata de que el receptor reaccione frente al problema que se presenta en el texto, utilizando para ello datos verificables y representativos que respaldan la tesis defendida por la autora. También estaría presente la función expresiva ("nos las hemos apañado para olvidarlo", "somos tan buenos en esto de la amnesia") ya que la periodista en ningún momento oculta su opinión, aunque  sea a través de la expresión de la ironía.


El texto objeto de este comentario expresa el criterio de la autora sobre un tema de constante actualidad como es la discriminación sexual de la mujer, y pertenece al ámbito periodístico. Se trata de un artículo de opinión, encabezado por un titular breve pero muy significativo y publicado en el periódico El País . Está firmado por Rosa Montero, reputada periodista y escritora, que actualmente ejerce su actividad periodística dedicada al género de opinión. Es muy conocida por la defensa que hace de los más débiles  y por su denuncia constante de la injusticia. El artículo utiliza el registro estándar, con un código elaborado en su nivel medio, propio de la situació formal relativa al canal escrito de un diario. No obstante, también incluye manifestaciones de carácter coloquial ("se cargaron a tres soldados", "nos las hemos apañado para olvidarlo" y "que sigan torturando a sus mujeres tan campantes") que sirven como recurso de proximidad hacia los receptores del texto.